Viajar es uno de los mayores placeres de esta vida
Hoy quería hacer una reflexión sobre lo que significa para
mí viajar, salir de la ciudad, de la provincia, incluso del país. Ver “otros
mundos” y descubrir en las personas lo amplio y diferente que es el mundo en el
que vivimos. En lo personal, me ha hecho sentirme parte de algo enorme, muy
variado, colorido y sobre todo, como dice la canción de moda del verano pasado “ciudadana
de un lugar llamado mundo”.
La primera vez que salí de mi ciudad, Mar del Plata, no la
recuerdo. Seguramente fuimos a Tandil, a visitar a la familia que tenemos ahí y
que siempre nos recibían con entusiasmo. Gente amable y sencilla, hospitalaria
y con un toque de campechana. Siempre me sentí a gusto entre gente así.
Posteriormente viajaría a Buenos Aires pero no recuerdo demasiado porque
tendría unos 9 años y fue un viaje relámpago para “los 15” de mi tía. Con el
tiempo viajaría a Miramar, Ostende, San Miguel del Monte y otras ciudades
pequeñas de la mano del grupo de la Iglesia y de la escuela. A mucha gente le
parecerá un rollo (embole) pero la verdad es que yo recuerdo haberme sentido
realmente feliz. Muy feliz. Incluso en esos momentos de “retiro de silencio”
delante de un plato de arroz jaja ¡Sí! Me entusiasmaba pensar que luego
saldríamos a recorrer las calles de barro hasta alcanzar la primera casita de
campo en la que tocaríamos la puerta y nos recibirían amablemente con lo poco
que tenían para compartir un momento lindo. Y sí… me gusta la gente.
En fin, lo que yo quería es reflexionar sobre lo que se
siente cuando se viaja, cuando salimos de nuestros hogares, de nuestro entorno
y vamos más allá y recorremos ciudades y países diferentes al nuestro, al que nos
vio nacer o al que nos adoptó como en mi caso son Argentina y España. Me
encantan los paisajes que conozco de ambos países. Y la gente con la que he
tenido el gusto de encontrarme también. Pero la sensación de viajar es
increíble.Es uno de los mayores placeres de esta vida.
Viajar te abre la cabeza, te muestra que hay otras formas de
vivir, de disfrutar la vida o de simplemente vivirla. Te enseña a respetar más
a aquellas personas que por alguna razón no comprendías, a aceptar sus
comportamientos y a entender porqué piensan como piensan. Viajar te hace
conocer otras culturas con sus costumbres, su lengua, sus puntos de vista.
Me encanta ver paisajes diferentes y respirar otros aires
pero en el encuentro con el otro está la magia de viajar. Por eso siempre
intento acercarme a la gente del lugar, intentar conocerlos aunque sea por un
instante, una pregunta casual, una conversación sobre el tiempo, una consulta
sobre un lugar en el mapa. Las reacciones de las personas son tan diversas. Y
cada persona tiene su forma de ser y de comportarse pero a su vez se
diferencian según la ciudad en la que uno se encuentre. ¡Cómo nos marca el
lugar done vivimos! ¡El entorno! ¡La sociedad! ¡La época! Todo. Los momentos
que nos toca vivir, las situaciones políticas, económicas, sociales, etc. Todo
nos deja una huella.
Podría seguir horas hablando de las sensaciones de viajar
pero este post se volvería aburrido y llegaría tarde a trabajar. Simplemente
quería invitar a todos los que lea esto que viajen, lo más que puedan, cerca o
lejos, que conversen con gente diferente, de distintas edades, de distintos
pueblos y culturas, de distintas “clases sociales” si es que existen. Y quien
no tenga esa posibilidad de viajar ni de acercarse a personas de otras partes
del mundo, le recomiendo que lea mucho, que lea sobre otros países, otras
culturas, otras formas de pensar y de vivir la vida. Se dará cuenta que el
mundo es maravilloso en su diversidad y que tenemos mucho que aprender de ese “otro”
al que solemos llamar “extranjero” simplemente porque en su documento no viene
el nombre de nuestro país.
¡Que tengan un día maravilloso estén donde estén!
Ciudadanos de un lugar llamado mundo. Delafé.
Comentarios
Publicar un comentario